La extensión universitaria: un enfoque integral
Jesús Salas Jáuregui.
En todo Centro de Educación Superior el enfoque integral para la labor educativa y cívica que se resume en su estrategia maestra principal constituye la representación de la importancia que se le concede a la formación integral de un profesional capaz de responder a las exigencias que plantea el desarrollo de los países, con una amplia cultura profesional, social y humanista.
Este enfoque involucra a todos los niveles, estructuras y formas organizativas de la universidad y el proyecto educativo constituye la realización de la labor formativa y educativa.
Tanto el enfoque integral como el proyecto educativo constituyen irreemplazables métodos de trabajo participativo que abarca a los miembros de la comunidad universitaria, privilegiando sobre todo la formación integral de los estudiantes.
En tal sentido, en ambos están presentes las diferentes dimensiones o esferas de influencia, por lo que también comprende la dimensión de la extensión universitaria.
El proceso extensionista debe abordarse desde la estrategia maestra principal del centro, a partir de considerar en ella el contenido del Programa de Extensión Universitaria de la institución que ejerce influencia en los componentes subjetivos que comprende el enfoque integral, lo cual mezcla, por una parte la determinación y planificación en los niveles de Facultad, Carrera y Departamento, de los proyectos, actividades y acciones extensionistas necesarias para cumplir los objetivos propuestos y por otra la articulación de los mismos con los propósitos y las iniciativas de los colectivos estudiantiles.
La dimensión extensionista de los proyectos educativos tiene como soporte fundamental para el desarrollo del modelo del profesional, la promoción cultural en su concepción más amplia; ella perfecciona la formación y desarrollo de valores, conocimientos y habilidades acordes con los propósitos educativos previstos.
El trabajo de extensión potencia y enriquece la formación cultural por diferentes vías, pues beneficia un entorno donde el estudiante se sienta y comporte como universitario en el plano de su disfrute cultural en su acepción más amplia, con un alto nivel de sensibilidad y de identidad con su centro y al mismo tiempo convierte al estudiante en sujeto-objeto de la promoción cultural en el territorio al introducirlo como factor de cambio en la comunidad y recibir de ésta los principales saberes que se han conservado y acaudalado.
La universidad está llamada a formar ciudadanos conscientes y responsables dotados de cultura humanística y científica, capaces de seguirse formando por sí mismos. Partiendo de los intereses y motivaciones de los estudiantes y de los conocimientos y la cultura general del profesor universitario, es viable insertar en el desarrollo del proceso docente educativo un conjunto de elementos asociados tanto a lo instructivo como a lo educativo, que cumplan junto a la motivación, la función de generar el interés por aspectos de la cultura general, la historia patria, el desarrollo ético, la identidad nacional, habilidades comunicativas y la cultura de la profesión para alcanzar habilidades y conocimientos necesarios como promotores culturales en las diferentes etapas de estudio en que se vinculan con la práctica social. Esto favorecerá que se enriquezca el currículo y se complemente la formación cultural integral en cada generación de estudian
En tal sentido se precisa desarrollar proyectos extensionistas asociados a la cultura general integral desde las propias formas organizativas del proceso docente, aprovechar las posibilidades que nos brinda la clase y otras formas organizativas básicas del proceso docente, para promover la cultura en su más amplia significación, difundir la cultura de la profesión en cada una de las carreras universitarias, a partir del uso de la información como vía de motivación y ampliación del horizonte cultural integral de los estudiantes, proyectar la realización de cursos facultativos y de extensión universitaria en correspondencia con las necesidades de la formación cultural general de los estudiantes, asociar al proceso docente, como extensión del mismo, acciones que permitan consolidar el logro de los objetivos de las estrategias curriculares, la disciplina principal integradora y las del perfil de la carrera, así como incorporar a los propósitos del componente laboral e investigativo actividades y acciones extensionistas que contribuyan al desarrollo profesional, social y humanista de los estudiantes.
La necesidad de potenciar desde la extensión universitaria acciones dirigidas a la superación profesional de los graduados universitarios y de la población en general, en correspondencia con los avances de la ciencia, la técnica, el arte y el deporte, así como con las necesidades espirituales de la sociedad, constituye una alternativa factible para la educación permanente de la comunidad por medio del sistema de educación de postgrado y los cursos de extensión universitaria lo que encuentra un marco aún más propicio en la etapa actual con el proceso de universalización de la universidad. Además tributa a favorecer el apoyo de los profesionales a los procesos de desarrollo económico, político, social y cultural del país y a vincularlos con la gestión, los avances científicos y tecnológicos y la formación social-humanista que le incorpora a la vida comunitaria del entorno, teniendo como propósitos fundamentales la promoción de la superación cultural dirigida a los profesionales del territorio y a la población en general, así como suscitar la incorporación de la comunidad universitaria y la localidad en los proyectos orientados a su superación cultural general como: “Universidad para Todos” y la organización de cursos y talleres de apreciación artística, de historia y de cultura regional y universal, enfocados a grupos de niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores a través de los proyectos como “Universidad Popular” y además estimular y propiciar la participación y el protagonismo estudiantil en las actividades dirigidas a la superación cultural de la población, en su más amplio espectro.
La universidad ha de contribuir no solo a preservar toda la cultura alcanzada por la humanidad hasta la actualidad, sino que al mismo tiempo tiene la importante misión de promover y desarrollar también la cultura científica de la sociedad.
La actividad de extensión universitaria sería incompleta si no tiene como una de sus metas más importantes el fomento y desarrollo de la cultura científica de la comunidad con que interactúa, cuyo radio de acción se amplía por razón del proceso de universalización y en particular en Coahuila. Para concebir un verdadero desarrollo de la ciencia y la tecnología en una sociedad, que cumpla con el requerimiento de la pertinencia social es necesario potenciar una sociedad interesada por los avances en estas ramas y que tenga capacidad de juzgar o valorar la significación de los logros de la investigación lo cual exige del desarrollo de proyectos extensionistas asociados a la promoción de la ciencia y la tecnología desde el proceso docente, promoción de espacios para el reconocimiento a personalidades científicas de la comunidad intra y extrauniversitaria y otros que favorezcan la vinculación de la comunidad a la actividad científica universitaria y al conocimiento de sus resultados, potenciar el estímulo a la creatividad científica y la innovación en la comunidad, desarrollar la cultura científica entre las nuevas generaciones y convertir los eventos, ferias, exposiciones y jornadas científicas en verdaderos momentos de socialización de los resultados de la investigación en la universidad. La promoción de la cultura por la vía extracurricular tiene el propósito de complementar el desarrollo cultural integral de los estudiantes y debe distinguirse de lo curricular por sus métodos y estilos propios. Las actividades extracurriculares promueven la afición y el interés por la cultura, el arte y la literatura, la cultura física, el deporte, la ciencia y el empleo culto y sano del tiempo libre.
La incorporación de los estudiantes a las actividades extracurriculares estará precedida de la más amplia divulgación de la programación que proyectan y realizan las universidades, a partir de la oferta de una variada y sistemática gama de opciones culturales, científicas, deportivas y recreativas generadas por la propia universidad y las instituciones sociales del territorio. Es necesario entonces incrementar las opciones extracurriculares orientadas al desarrollo de aficiones en los estudiantes a partir del concepto que el aficionado es aquel que de manera sistemática sea capaz de apreciar, disfrutar y promover la obra cultural, artística y literaria, la cultura física y el deporte y el empleo sano y culto del tiempo libre; desarrollar los niveles cualitativos del movimiento de artistas aficionados por medio del trabajo sistemático con los mismos, su asesoramiento y su sistema de eventos y festivales, organizar como proyectos las diferentes manifestaciones del arte que existan en la institución, atender el sistema de la cultura física y el deporte en sus más diversas formas con el propósito de la preparación física, la promoción de salud y la cultura física de la comunidad universitaria, así como el desarrollo del deporte de calidad en los diferentes niveles competitivos, fortalecer y consolidar la labor de las cátedras honoríficas como integradoras y difusoras de la vida y obra de personalidades, países o temas de interés sociocultural, y dar prioridad al fomento en la participación estudiantil y del claustro en las acciones de promoción científica, a través de foros, jornadas científicas, exposiciones, conferencias y otros, favorecer una amplia programación de cursos de apreciación artística y extensión universitaria que responda a las necesidades e intereses individuales y colectivos de los estudiantes, en los cuales prime la creatividad en la forma de organizarlos y ejecutarlos y desarrollar un fuerte movimiento de promotores culturales en la masa de estudiantes.
La creación y desarrollo de instituciones culturales universitarias constituyen un factor determinante en el logro del clima cultural de la universidad. Estas siempre han caracterizado a la actividad extensionista, clasificando como tal aquellas que por su trayectoria y reconocido prestigio son representativas y genuinas exponentes de la cultura universitaria.
Además de lo anterior, la condición de institución cultural, se caracterizará por sus proyectos y la relevancia de éstos en la comunidad intra y extrauniversitaria.
Este potencial se fundamenta en identificar estas instituciones culturales en dos vertientes: las que constituyen locaciones que ofrecen una programación cultural y deportiva (teatro, sala de historia, museo, biblioteca, galerías, plazas, memoriales, áreas deportivas, etc.) y las asociadas a colectivos que promueven o ejecutan una expresión o manifestación cultural, deportiva o científica (grupo de teatro, agrupaciones musicales, clubes de arte, cátedras honoríficas, corales, talleres de apreciación, equipos deportivos, etc.).
Estas instituciones tienen como propósitos fundamentales la elevación del nivel cualitativo y de exigencia para categorizar las que aspiren a ser clasificadas como tal, dar prioridad al fomento de instituciones con perfil artístico-literario, deportivo y científico con el objetivo de promover la sensibilidad por la cultura, especialmente en aquellas que incentiven la participación de los estudiantes universitarios y propiciar la integración entre las estructuras de la educación superior y el sistema de instituciones de la cultura en el territorio para la creación de instituciones culturales universitarias conjuntas, con la participación además de personalidades de la cultura y de profesionales egresados de las instituciones territoriales y nacionales.
La vinculación de profesores, estudiantes y trabajadores al desarrollo de proyectos socioculturales en las comunidades, constituye en la etapa inmediata una de las vertientes fundamentales a desarrollar desde la extensión universitaria, con el fin de enriquecer la vida sociocultural de la universidad y de la comunidad.
Este vínculo posibilita el acercamiento directo a la realidad sociocultural de las comunidades y al estudio y evaluación de las posibles soluciones de sus problemas que pueden promoverse desde el contacto directo con los pobladores, lo que constituye un elemento esencial en su formación como profesionales.
Estos proyectos deben potenciar la participación ciudadana para transformar la realidad de su entorno y contribuir a satisfacer sus propias expectativas e intereses.
En correspondencia con ello la proyección en este campo debe orientarse a fortalecer la planificación y ejecución de los proyectos comunitarios, así como la evaluación del impacto de los mismos, potenciar la incorporación de los profesores, estudiantes y trabajadores al trabajo comunitario a través de la formulación de proyectos dirigidos a diversos ámbitos del quehacer sociocultural, incentivar el desarrollo de proyectos comunitarios en áreas de prioridad de los territorios y cada una de las localidades, dar prioridad entre las comunidades a atender con estos proyectos a la propia comunidad universitaria.
Difundir los resultados más relevantes de la educación superior, el quehacer de la vida universitaria y social y las actividades extensionistas en la universidad y en la comunidad, para contribuir a la información de la población universitaria y la de su entorno, constituye una de las funciones esenciales de la extensión universitaria.
Para el cumplimiento de este propósito la universidad debera trabajar por integrar de forma armónica y compatible la información que sistemáticamente se compartirá con la comunidad universitaria y la población en general, con los medios propios y del territorio, en función de satisfacer las necesidades e intereses de la comunidad.
Las investigaciones científicas dirigidas a determinar y solucionar problemas asociados al desarrollo de la extensión universitaria, a partir de una concepción multidisciplinaria e integral, abarca la labor de diversos grupos de investigación y especialistas que investigan en nuestra universidad.
Las principales proyecciones en este campo se orientan a estimular el desarrollo de estas prácticas acorde a las exigencias que reclama este proceso universitario, planteándose así el estimular la sistematización de las investigaciones científicas asociadas al desarrollo del proceso extensionista como vía para analizar y enjuiciar su evolución histórica, el ejercicio actual de las prácticas extensionistas, así como los aspectos psicológicos, sociológicos, económicos y organizativos que intervienen en el desarrollo cultural, respaldar los estudios teórico conceptuales y metodológicos que contribuyan a enriquecer la aproximación, fundamentación y potenciación de la gestión del proceso extensionista, contribuir al estudio de la historia de la extensión universitaria así como al análisis de las nuevas tendencias nacionales e internacionales que se generan y se expresan, promover investigaciones dirigidas a evaluar los aportes de los programas y proyectos extensionistas que posibiliten su perfeccionamiento o transformación y la generalización de los resultados, crear y sistematizar eventos sobre la temática de extensión universitaria e incluir esta temática en los eventos donde se aborden otros aspectos de la actividad universitaria y desarrollar proyectos de investigación dirigidos a la determinación y perfeccionamiento de la evaluación de la extensión universitaria.
Para lograr la consolidación del proceso extensionista se exige de una cuidadosa estrategia dirigida a potenciar y utilizar adecuadamente las capacidades del potencial humano de dicho proceso, entendidos como tales los directivos, docentes, investigadores, tutores, estudiantes y trabajadores, en fin la comunidad universitaria, incluyendo además en tal definición, los líderes comunitarios asociados a esta labor con la universidad.
La comunidad universitaria está llamada a reevaluar su participación en el proceso extensionista a partir de su disposición al cambio y su capacidad para asumirlo desde el conocimiento de los referentes esenciales y el desarrollo de las habilidades fundamentales, lo que debe favorecer la búsqueda de recursos que le permitan responder a las demandas sociales que ratifican la pertinencia de nuestras instituciones universitarias, es decir, su capacidad de respuesta a las necesidades de la sociedad.
Para ello es imprescindible actualizar los estudios acerca de las necesidades de la comunidad universitaria en este campo y establecer las políticas y direcciones fundamentales de los diferentes procesos a fin de optimizar su participación en el proceso extensionista, desarrollar el programa de capacitación integral para satisfacer las principales necesidades del factor humano implicado en el proceso extensionista, con énfasis en docentes, investigadores y estudiantes, perfeccionar las políticas y mecanismos de captación, selección, preparación y evaluación, para lograr niveles superiores de idoneidad como promotores del personal que labore directamente en las áreas de extensión universitaria, así como desarrollar las políticas y fórmulas de premiación e incentivación del personal vinculado a este quehacer.
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